L´argent, par définition, n'a pas de conscience (paráfrasis de A. Camus, Témoins n. 5)

Sapere aude! (I. Kant)

Un peu d'agitation donne du ressort aux âmes, et ce qui fait vraiment prospérer l'espèce est moins la paix que la liberté (Du contrat social, JJ Rousseau)

"la historia está repleta de credos e instituciones que son de valor incalculable al principio, y quedan obsoletos y casi inservibles después" (Walter Bagehot)

"Si tes projets portent à un an, plante du riz; à vingt ans, plante un arbre; a plus d'un siècle, développe les hommes" (Proverbio)

"He visto cosas que vosotros no creeríais (o sí)" (Paráfrasis de Roy Batty)

"El hombre que encuentra que su patria es dulce no es más que un tierno principiante; aquel para quien cada suelo es como el suyo propio ya es fuerte; pero sólo es perfecto aquel para quien el mundo entero es como un país extranjero" (Hugo de San Víctor)

"Se puede engañar a algunos todo el tiempo y a todos algún tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo." (Abraham Lincoln)

"What counts in life is not the mere fact that we have lived. It is what difference we have made to the lives of others that will determine the significance of the life we lead." (Nelson Mandela)

"There are no two words in the English language more harmful than "good job""
(Terrence Fletcher)

miércoles, 17 de abril de 2013

ECONOMÍA - CÓMO VER INSIDE JOB

 
Como parte de las actividades del tema 9 les recuerdo que alguno de ustedes debe ver  "Inside Job", que explica los principales motivos de la crisis del final de la década pasada.

Reedito una nota que publiqué en este mismo blog hace unos meses y que versa sobre ese mismo asunto para que todo el mundo disponga de algo de información sobre el asunto.

La comentaremos mañana, jueves 18 en clase, pero quienes estén en Lisboa estos días también podrán echarle un vistazo antes de ver la película.


Uno de los problemas que hizo arrancar la crisis fue la generalización de los bonos de titulización a prestatarios poco solventes.

En una titulización el banco que ha prestado en forma de hipotecas a muchos compradores de viviendas cede a una empresa llamada Fondo de Titulización Hipotecaria todos los derechos de cobro sobre dichas hipotecas a cambio de que el Fondo le adelante el dinero que en principio va a percibir de aquéllos a quienes prestó -salvo un descuento, lógicamente-. Con eso el banco puede o volver a prestar a otros compradores de viviendas o a cualquier otro cliente.

El Fondo de Titulización es gestionado por una empresa llamada Sociedad Gestora, que, siguiendo el mismo argumento, como prevé entradas de fondos bastante regulares (pagos de las mensualidades de los hipotecados), emite activos financieros de renta fija (bonos, similares a las letras del tesoro o a los bonos que emiten las empresas cuando quieren pedir prestado mucho dinero) que vende en la bolsa. Esos bonos, para poder ser vendidos sin problemas en el mercado, tienen que tener el visto bueno de agencias de valoración y la garantía de entidades financieras.

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Este ha sido un esquema bastante frecuente desde los años ochenta en Estados Unidos, y en menor medida en Europa. Los problemas surgieron cuando dejaron de titulizarse las "joyitas" o préstamos concedidos a personas muy solventes y, ante la presencia de mucho dinero en la economía, comenzaron a titulizarse los concedidos a prestatarios menos fiables.

Y cuando esto ocurrió el problema fue que durante bastante tiempo nadie hizo bien su trabajo:

  • Los bancos prestaron más de lo que debían, dando por hecho que el crecimiento en el valor de los inmuebles compensaría los riesgos de que algunos prestatarios fueran insolventes.
  • Colocar los préstamos en Fondos de Titulización les permitía volver a contar con los mismos fondos que habían prestado, y volvían a prestar dichos fondos.
  • Las agencias de valoración en los casos de emisión de los bonos de titulización fueron negligentes y dieron por buenas muchas emisiones de bonos dudosas.
  • Uno de los principales papeles de los bancos centrales en un sistema capitalista es exigir a los bancos que, de todo lo que los ahorradores les dejamos en forma de depósitos, dejen un porcentaje sin prestar para poder hacer frente a los pagos diarios. Ese dinero es muy poco rentable y por eso los bancos intentan minimizarlo. El porcentaje que se obligó a mantener a los bancos para sus operaciones líquidas, dentro del espíritu de los acuerdos de Basilea, fue disminuyendo progresivamente, y era menor cuanto menos arriesgados se consideraban los activos en los que los bancos invertían. En este sentido, los reguladores (Bancos Centrales) consideraron que los bonos de titulización no eran activos muy arriesgados y exigieron a los bancos reservar menos dinero en efectivo por ellos que por otros préstamos.
  • En algunas ocasiones los propios bancos que habían cedido los créditos hipotecarios en primer lugar eran los que suscribían buena parte de los bonos emitidos, pues las Sociedades Gestoras no eran capaces de colocarlos a nadie más en el mercado, con lo que seguían teniendo los riesgos debidos a esos clientes poco solventes, pero a efectos legales (requisitos de solvencia por parte de los bancos centrales) dichos riesgos eran menores que si fueran préstamos directamente concedidos por ellos.
Los resultados son de todos conocidos: ante la generalización de los impagos por parte de los prestatarios se produjo una falta de confianza en el sistema financiero, la retirada rápida de fondos de los ahorradores, la quiebra de algunos bancos muy importantes, la concesión de menos préstamos interbancarios ante la duda de que el banco con el que uno contrataba no le devolviera al día siguiente lo prestado, la subida de los tipos de interés ante la desconfianza, etc

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